6to LUGAR
Seudónimo: Ulogio
Autor: Antonio Alfonzo
Personal académico (jubilado) - Nivel Central
Concurso Cartas para la UNA
En ocasión de los cuarenta años de la Universidad Nacional Abierta (UNA)
En ocasión de los cuarenta años de la Universidad Nacional Abierta (UNA)
Desde el Patio Central a la UNA en su aniversario
Ulogio
Querida Universidad, aunque no suelo escribir, en esta oportunidad me he atrevido… es
que hay tanto que nos une que me pareció necesario exponerlo a la luz pública.
Cuando te conocí, comenzabas tu trayectoria… Sorprendía ver el entusiasmo del personal
preparando los materiales, las primeras pruebas, era cómico ver el corre y corre de esos
primeros días… comentaban: ¡es mucho trabajo!, pero había gran entusiasmo, dedicación.
Se sentía en el aire el compromiso y las ganas por llevar adelante esa aventura que
comenzaba:
¡La primera universidad a distancia del país! Era como un sueño… formar estudiantes,
lejos, más allá de donde la vista alcanza… mucho más allá.
Aquí entre nos, tu creación constituyó un hito en el acontecer educativo venezolano. Una
universidad totalmente a distancia que abrió el espacio creativo para soñar lo que hoy es
una realidad formarse sin tomar en cuenta las barreras de espacio y tiempo.
En esos primeros días, les observaba en silencio. A veces pienso que ni reparaban en mí,
pues algunos se paraban en los pasillos con la mirada perdida, seguro pensando en ti y en
tu promisor futuro, en el contenido del material que escribían o en las preguntas de las
pruebas ..., pero al correr el tiempo y escucharles hablar, comencé a darme cuenta que no
pasaba desapercibido. Incluso, algunos se sentaban bajo mi copa para disfrutar del frescor
que produce mi follaje a eso de las dos de la tarde. Pero, no vamos a hablar de mí, sino de
ti, aunque nuestras historias están profundamente ligadas.
Durante estos años, ya cuarenta, ¡quién lo diría!… aunque los árboles no contamos años,
sino épocas de lluvia y sequía, que últimamente andan como locas… pero ese es otro tema.
Te decía que en el transcurso de esta historia, la tuya querida UNA, he visto llegar a
muchas personas a hacer vida en esta sede, personas que en muchos casos, dedican sus
mejores años a tu servicio, encargándose de distintas tareas para que tu misión de formar
profesionalmente a estudiantes en todos los rincones del país se lleve a cabo, ¡llueva, truene
o relampaguee! Desde tareas como llevar el agua a las oficinas, el cuidado de las plantas,
de la cual puedo dar fe por la solicitud de algún jardinero, pasando por labores
administrativas de distintos niveles, así como por actividades docentes y de planificación de
distinta naturaleza, todos conformando un sistema bien engranado, un equipo donde cada
uno es necesario.
Un equipo que trasciende esta sede física y que se expande a lo largo y ancho del país. En
el rincón más apartado de esta Tierra de Gracia hay un estudiante o trabajador que te siente
su alma mater y que canta con emoción las notas de tu himno, donde ocupo un lugar junto
con nuestro Libertador Simón Bolívar. En todo ese vasto campus, los Unistas se destacan
por su vinculación con las comunidades a quienes sirven. En cada Centro Local, oficina de
apoyo o centro de aplicación de pruebas, encontramos historias de vida que son testimonios
de fidelidad y sentido de pertenencia a esta Casa de estudios, Casa de sueños abiertos.
En este patio central de la Sede de Caracas, tengo el privilegio de escuchar las
conversaciones de los miembros de la comunidad universitaria, soy testigo silente de las
sesiones de los cuerpos colegiados que conducen tu accionar educativo. He presenciado
bajo mis ramas actos de grado, celebraciones de tu aniversario, fiestas de navidad y en
todos ellos percibí el orgullo y satisfacción de pertenecer a esta Institución, así como la
camaradería y en muchos casos profunda amistad de quienes comparten la misma Casa.
Presencié como luego de un tiempo de pugnacidad, se estableció la democracia en tu seno y
como por varios años tus autoridades fueron electas democráticamente con la participación
de profesores y estudiantes. Hoy, tristemente, ese ejercicio de expresión demócrata está
suspendido- Estoy seguro que la gran mayoría de tus miembros desea que se restablezca.
He visto florecer, como mis capullos, proyectos que en su momento te colocaron a la
vanguardia de las universidades venezolanas, por ejemplo: el liderazgo en educación
ambiental en la formación del estudiante universitario que, en los primeros años de tu
historia, se ejerció desde tus sedes para impactar las poblaciones aledañas. O, mucho más
reciente, el servicio comunitario, pensado para universidades presenciales pero que en la
UNA adquirió características de pertinencia, debido al arraigo que tienes en las
comunidades donde los Unistas hacen vida. También la atención a estudiantes con
discapacidad, donde cuentas con una trayectoria reconocida por propios y extraños.
Hoy, como expresé al principio, me decidí a escribir, tarea difícil para un árbol y más a mis
años, que según me hizo saber uno de tus académicos, son ya cerca de 70, porque la vida
hay que celebrarla y tu vida llega a cuarenta años.
El camino recorrido hasta hoy, con sus altas y sus bajas, ha sido fructífero, de ello pueden
dar fe los miles de estudiantes que se forman en tu seno y los también miles de egresados
que culminaron con éxito sus estudios de pre y postgrado. Habla también el reconocimiento
que para ti, mi querida Universidad, tienen comunidades desde Guasdualito hasta Santa
Elena de Uairen, desde Güiria hasta Capatárida, así como las carreras académicas,
profesionales y laborales de miles de miembros de tu personal, también la presencia de
grupos de investigación en muchas de tus sedes y el avance en el uso de las tecnologías en
procesos administrativos y académicos. No todo ha sido color de rosa y hay mucho camino
por recorrer, y como dijo el poeta se hace camino al andar.
Y ya para despedirme te dedico este poema:
Hoy te regalo mis sueños, Casa de sueños abiertos,
Sueños de un árbol frondoso, que ha contemplado tu andar
Que las ondas de tu himno vibren allende los mares.
Que acá en mi tierra florezcas en oferta regional
flexible, abierta y diversa, pertinente e inclusiva,
con estudios doctorales, diplomados y demás.
Que sigas llevando luces por veredas y poblados
Al campesino, a la joven hasta al adulto mayor,
Que prodigues buen futuro para toda Venezuela
Que vivas por muchos años:
¡Viva la UNA mi hermano, viva mi Universidad!
Para la UNA de su samán
No hay comentarios:
Publicar un comentario